Revisitando el Tiempo-Espacio

Después de un largo periodo de sequía y múltiples discusiones en Reddit, vuelvo a este espacio visitando un par de ideas que se me ocurrieron hace pocas horas. En concreto, quisiera aprovechar este post analizando algo que introduje en la reseña de un libro escrito por Heriberto Yépez. Hablo del espacio-tiempo, un concepto ampliamente estudiado por el autor. Sin embargo, quiero darle un toque mucho mas aplicado, después de sufrir un par de golpes de nostalgia.

Hace un par de horas, analizaba lo efímero de las amistades. En concreto, recordaba a un muy buen amigo (de los mejores, quizá). Pensaba mucho sobre lo que estaba haciendo en ese momento, la forma en la que se había ido y como había cambiado mi mundo desde entonces. Éste se fue a España, buscando mejores oportunidades y luchando por alcanzar en el futuro un puesto central en Goldman Sachs. De pronto, apareció en mí una imagen, inspirada en una canción, que no he podido quitar de mi cabeza. Pondré el párrafo exacto para iniciar la discusión:

There's no blame for how our love did slowly fade
And now that it's gone it's like it wasn't there at all
And here I rest: where disappointment and regret collide
Lying awake at night

*Cortesía de Lyricwiki.org, Death Cab for Cuttie

Asistí a varias de sus fiestas, donde hubo varias cosas curiosas (y otras no tanto) en las que pienso ahora que se ve bastante lejos. La última vez, crucé toda la ciudad para llegar a su casa. Discutimos durante muchas tardes, de toda clase de asuntos buscando comprender al mundo. Hicimos muchas tareas, buscando complacer a todo tipo de profesor universitario. Y, ahora, todo se acaba. No se sinceramente que debería pensar, no tanto por la nostalgia que me provoca recordar esos momentos. Me desconcierta por crear momentos como espacios y pensar que los instantes se basan en lugares. A lo que me refiero es que como ser humano confundo el tiempo y el espacio.

Cuando hablo de “tiempo-espacio” me refiero a que como ser humano diseño momentos basados en espacios e imágenes, no en relación al tiempo. En términos gráficos, es tomar una cámara fotográfica de 360 grados y hacer una captura de todas las imágenes de mi alrededor (una especie de rebanada de realidad). El momento se basa en establecer un lugar donde pasan las cosas, no un flujo de eventos de los cuales se compone el evento. El tiempo es como un río, que no comprende el mundo que le rodea ni la forma en la que evoluciona. El espacio, por el contrario, implica un lugar fijo, observable que se puede entender. Es posible compararlo, ya que cuenta con características definidas. En el caso del río, no podemos hablar de flujos alternativos. En el caso del espacio, hablamos de múltiples lugares/instantes/estancias que componen nuestra vida.

Heriberto Yépez habla del espacio-tiempo como un error de la civilización occidental. Los mayas, de acuerdo al autor, se concebían al tiempo como un espacio que podían manipular y trasformar según su cosmovisión. Los norteamericanos retoman parte de esta óptica, asumiendo que existe una especie de mandato divino en su época y que esto les permite emprender toda clase de acciones que ya conocemos (desde arte hasta guerra). En mi caso personal, visualizo todos mis recuerdos como instantes que existen como ubicaciones en el tiempo (una espacialidad errónea) de gran emoción o catarsis. No como eventos subsecuentes, ordenados de acuerdo a la secuencia lógica, histórica o social. Por ese motivo, no puedo entender que todo aquello que yo amaba ya no existe. Es algo que transcurrió en el pasado, y que hoy en día ya no ocurre. Quizá el futuro traiga mejores momentos (o peores), pero no hay motivo para pensar que hay puntos fijos o que mi presente tiende hacia un punto de equilibrio estacionario (un lugar). Simplemente, son pasos dentro de un camino muy largo.