lunes, 12 de enero de 2009

La Libertad de Expresión, Primera Parte

Este post será muy breve. Y será muy breve porque es un tema muy extenso, pero que tendré que discutir en repetidas ocasiones. Trataré de hacerlo en varias partes, dandole un corte episódico por la complejidad del tema. En este momento, quisiera hablar de la libertad de expresión y sobre la utilidad de la misma. En otras palabras, puedo decir lo que quiera en este blog, pero ¿de qué me sirve?.

La libertad de expresión ha sido reprimida a lo largo de la historia de la humanidad. Fue uno de los derechos fundamentales en la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano. Cuenta con un papel fundamental en la Declaración Universal de los Derechos Humanos emitida por la Organización de las Naciones Unidas. Forma parte fundamental de las constituciones de todos los países. La constitución de México la incluye en el capítulo de las garantías individuales. En lo personal, es un derecho con el que nace todo ser humano. Es algo que llega contigo y que nadie tiene porque quitarte. Es parte de tí. Es parte de todo.

Antes, eran censurados aquellos que criticaban acciones de las autoridas que consideraban injustas, erróneas, abusivas, etc. Yo soy partidario de estas ideas, ya que si el gobierno hace algo estúpido, es el deber del ciudadano decirle que podría mejorarse de una u otra forma. No es con el afán de molestar, sino, buscando corregir y mejara. Finalmente, si algo en el país funciona para todos. El político/funcionario se muestra como un líder eficiente. Los ciudadanos están contentos y la sociedad se mueve mejor.

Pero,  ¿de qué sirve la libertad de expresión hoy en día?  Es posible criticar al gobierno, pero ¿qué utilidad tiene? Y busco utilidad porque es posible encontrar toneladas de comentaristas, analistas, "líderes de opinicón", reporteros que dedican sus vidas y sus recursos a criticar al gobierno. Todos como ciudadanos lo hacemos, pero parece que no tiene sentido alguno. Por el contrario, parece ser que al hablar todos, creamos una nube de polvo que nos permite ver a los demás. Por tanto, nos cegamos y olvidamos de lo que estamos hablando. Este blog está aquí para que yo diga algo, pero ¿cómo evito que sea una tontería?

Claro, no creo que este blog sea una tontería. Por el contrario, bien usado puede ser algo que valga mucho la pena. Pero creo que nos topamos un mundo donde todos pueden gritar lo que quieran, pero eso no se traduce en un mundo mejor. Vamos, dejamos a un lado nuestra libertad porque no buscamos la forma en la que tenga sentido lo que decimos o hacemos. Hace 30 años era peligroso hablar mal del gobierno, porque existía alguien que nos podía callar. Ahora lo hacemos, pero pareciera que decidieron castigarnos olvidándonos.

Próximamente, más sobre esto.

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