Escribe Heriberto Yépez en su blog:
Obama es el presidente del imperio norteamericano, ¿qué va a hacer? No lo sabemos. Pero, decía, el remate es el titular, "¿Podrá?". Caray, amigos, ¿podrá qué? Ganar la presidencia del imperio que controla México y casi todo el resto del mundo, sí, ya pudo. ¿Hacer historia y volverse un símbolo —veremos si permanente— del cambio mundial? También ya pudo. ¿Salir de su precaria vida personal y volverse un hombre poderoso? Sí, también, ya pudo. Ahora, ¿podrá cambiar la vida de México? Eso sí, no creo. ¿O cambiar la vida de la izquierda que solo se queja o, al menos, hacernos pensar que quizá, solo quizá, hay algo más allá de nuestra eterna ideología cuyo lema reza "No se puede"? No, eso tampoco, chingado. Eso sí Obama no podrá.
A riesgo de quedar algo así como vetado de por vida en todos los lugares que conozco, quiero decir que la veo muy difícil para que pueda. Simplemente, esperemos que tenga un plan económico diseñado por Dios, Jesucristo y John Maynard Keynes. De lo contrario, reciclando políticas económicas inútiles como los recortes de impuestos no podrá.
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