
El día de hoy, mi consola Xbox 360 se une al ejército de consolas que han sufrido desperfectos. Mas que llorar amargamente por el hecho, tomo con filosofía lo que sucede y entiendo que en algún momento esto iba a pasar. Debo pensar que soy afortunado, ya que desde diciembre de 2006, no había fallado. Otros no tuvieron tanta suerte y se comieron la curva de aprendizaje de Microsoft (pagando por sus errores en algunos casos). Ha pasado mucho tiempo, y la ira se volvió simple resignación. Después de todo, hay varios millones de gamers que siguen comprando esta consola, y hay muchos juegos que valen la pena (lease l4d). Lo único que espero ahora es que todo salga bien y no me una a la lista de jugadores con consolas reparadas mas de una vez.
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