sábado, 28 de febrero de 2009

En un Bazaar

Esta es la noticia que me hizo enojar más durante toda la semana. Y digo ampliamente “toda”, porque es algo que aun no me puedo quitar de la cabeza, que me hace enojar mucho y es algo que quiero denunciar. Mas que hablar mal de algún narco o autoridad, quiero hablar de un “angelito” que tuvo una idea muy lista y rentable: ayudar a bandas de narcotraficantes.

Un “angelito” de Arizona tiene un pequeño negocio. Uno de esas empresitas que, en Estados Unidos, venden cositas que a los norteamericanos les encantan. Cositas, que los mexicanos han comprado mucho últimamente, porque tienen, digamos, fricciones con la autoridad. Es un “angelito” que vende armas en su tienda.

Usted, informado lector se preguntará, ¿cuál es la relevancia de lo que dices? ¿qué hizo este sujeto? Bueno pues, el “angelito” vendía rifles de alto poder a narcos mexicanos. Empezó hace un par de meses, cuando dos sujetos se acercaron a su tienda buscando armas de alto calibre. Con el tiempo, este agradable sujeto asesoraba a los nobles clientes sobre la forma de transportar las armas, las restricciones legales para moverlas por todo el territorio norteamericano y finalmente, enviarlas a México.

Me siento muy indignado por esta noticia porque no entiendo como es posible que un “respetable” ser humano este proporcionando armas a sujetos extraños. Por 100 dólares, un sujeto esta dispuesto a entregar armas de grueso calibre que servirían para todo. Si usted quisiera derrocar a un gobierno, va a los Estados Unidos con un sujeto como él y le ayuda a comprar rifles de asalto, granadas, lanzacohetes, etc.

En Estados Unidos existe un problema sobre el control de armas. Al parecer (tomando la nota del NYT), su Gobierno Federal no solicita información alguna a menos que haya un crimen de por medio. Eso no me parece mal. Lo que me parece mal es que los norteamericanas estén ayudando a cualquier Juan Pérez que vea proporcionándoles armamento para cualquier fin. En el caso de los narcos mexicanos, solo es necesario ver un diario. Pero, podría ser en contra de el gobierno de un país, cometer un delito como secuestro o simplemente un crimen pasional.

Hay un documental sobre este tipo de comportamientos. Se llama Bowling for Columbine y habla sobre lo estúpidos e hipócritas que son los norteamericanos para controlar las armas que compran. Lo que me impresiona es que no se porque motivo no hay forma de discernir. Ni siquiera por racismo, por miedo a los terroristas, se limitan en esas cosas. Podría, en el futuro, entrar Osama Bin Laden a la feria de armas de un condado y comprar misiles tierra aire. Lo que mas impresionará a la gente es el tamaño de sus camionetas, no el hecho de que EL HOMBRE MAS BUSCADO DEL MUNDO ESTA COMPRANDO MISILES TIERRA AIRE.

U.S. Is Arms Bazaar for Mexican Cartels – New York Times

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